... y el tiempo sigue corriendo,
lentamente el segundero avanza,
convirtiendo minutos en historia
y la historia sonríe al tenerte
entre sus dedos; porque aunque
quieras escapar, el segundero jamás
retrodecerá.
... y mientras él debore, uno por uno, cada
instante de tus días, sentiras tu
vida extinguirse, como un atardecer de
invierno, frío y sin color, al compás
de tus latidos se agotará tu aliento
y el segundero, lentamente, seguirá
robandonos